lunes, 30 de julio de 2007

TÍMIDO ATRÉVETE...!

Agencias El desasosiego al hablar con otras personas o en público, al sentirse evaluado o al tomar contacto con alguien del sexo opuesto, puede llegar a limitar nuestra vida y autoestima. Pero puede corregirse con unas sencillas tácticas basadas en afrontar situaciones temidas y entrenarse en habilidades sociales. Según los expertos, el retraimiento es un problema que engloba una serie de síntomas que lleva a evitar determinadas situaciones y personas, cuando el eje principal es la falta de seguridad en uno mismo y que se evidencia cuando hay que relacionarse con los demás.Algunos tímidos se aíslan y caen en cuadros depresivos, otros esconden su forma de ser mostrándose muy locuaces y asertivos. Aunque lo normal es que se amortigüe con los años, esta conducta puede aumentar y bloquear al afectado.
Relaciones peligrosas
Para estos individuos las situaciones y relaciones son un peligro que provocan un desafío para el cual no están capacitados y que les produce angustia, no sólo al afrontar el contacto con los demás, sino también al imaginar lo que puede suceder.Transitorio ¿o no? La timidez puede ser un momento transitorio (muchos adolescentes son retraídos debido a los cambios de esa etapa y la falta de autoconocimiento y destreza para relacionarse, pero esa conducta desaparece a medida que mejoran sus habilidades sociales) o una táctica de control (puede ser un papel adoptado en la juventud y que después es difícil abandonar).
El retraimiento social también podría proceder de un complejo de inferioridad (un sentimiento de una primera experiencia sexual desafortunada o de un defecto físico o de un trauma psicológico: algunas personas se repliegan en sí mismas después de una humillación o una crisis que perciben como un fracaso).La convivencia con una familia sobreprotectora, sin habilidades sociales, con problemas afectivos y cerrada al mundo exterior, puede inculcar la timidez en los hijos, al igual que el entorno social.

Efectos Para los psicólogos, el aislamiento tiene consecuencias negativas porque las personas que rehúyen situaciones concretas sin embargo, pueden llegar a tener relaciones positivas, pero aquellas que evitan todo tipo de contacto social tienen sus vínculos muy deteriorados, y su actitud además les dificulta conocer gente, hacer amigos y disfrutar de experiencias y de la posibilidad de enriquecerse internamente.
En algunos casos la timidez lleva al abandono, la soledad y la depresión, puede generar problemas para pensar claramente en ciertas ocasiones, expresar las opiniones y comunicarse con eficacia y asimismo puede interferir la vida académica, profesional y laboral.La persona tímida es desdichada porque imagina que todos a su alrededor notan lo que le pasa, piensan mal de él, están pendientes de su persona y siempre tiene experiencias negativas en su contacto con sus semejantes.

Soluciones Aunque cierta timidez es normal, si interfiere en su vida, impidiéndole establecer relaciones, si la persona la percibe como impropia y le causa malestar, o si le hace evitar las situaciones sociales, ese individuo tiene un problema que resolver. Los psicólogos proponen distintas estrategias para afrontar cada una de las situaciones que hacen temblar a los tímidos: II Para hablar en público, hay que mirar a una sola persona de la audiencia para distraerse de las preocupaciones y para desbloquear la memoria, conviene escribir un guión o el texto de la charla para tenerlo a mano y ensayar todas las veces que se pueda.II Para iniciar una conversación, es conveniente acercarse al grupo que habla y aproximarse poco a poco, y después de escuchar lo que dicen, hacer un comentario o una pregunta abierta (que no pueda responderse con un “sí” o un “no”) adecuada al tono y contenido de la charla, comenzando a participar en la plática. El acercamiento puede practicarse primero en los entornos familiares (trabajo, vecinos) y después con gente nueva.I Para salir airoso al presentarse es útil escribir algunas expresiones, modelos verbales, frases de saludo y despedida, imaginar que se emplean en un tono amable con personas conocidas en los lugares donde uno suele encontrarlas, y ensayar mentalmente estas escenas, hasta que sean naturales y surjan espontáneas. II Antes de acudir a una entrevista de trabajo, es conveniente repasar la propia experiencia y calificaciones profesionales, practicar una entrevista simulada con amigos que nos pregunten, así como preparar una serie de anécdotas e historias que puedan revelar nuestra personalidad para insertarlas en la charla.Síntomas Los síntomas de la timidez abarcan desde la sudoración excesiva, el sonrojo y los estremecimientos en distintas partes del cuerpo, hasta síntomas de ansiedad, tensión abdominal, incapacidad para razonar y expresarse, y mareos, junto con el temor profundo de que los demás tengan una valoración negativa sobre uno mismo.Por eso si a usted cuando está frente a varias personas le aumenta la ansiedad y crece el nerviosismo, las piernas le flaquean, las manos le transpiran, el rostro se le ruboriza, el pulso se acelera. El cuerpo le tiembla, sin duda pertenece al porcentaje (40 de cada 100 en una proporción mayor de mujeres que de hombres), de tímidos.Consejos
Para salir del callejón de la timidez los especialistas le recomiendan:

I Piense lo peor. Si analiza lo más nefasto que podría sucederle, que podría hacer para afrontarlo, concluirá que no es tan terrible.
II Quiérase más. Enfóquese en sus cualidades y virtudes.
III Relájese. Practique algunos ejercicios de este tipo y empléelos en las situaciones más problemáticas.
IV Cambie el mensaje. Modifique las expresiones que le desalientan (“es imposible cambiar”) por otras (“si otros han podido, yo también”).
V Ensaye y practique. Igual que aprender a manejar bicicleta lleva su tiempo, si ensaya una habilidad social, al final la dominará.

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